jueves, 11 de diciembre de 2014

¿QUIÉN SOY? Soy una Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía



En mi se unen lo Ancestral y lo Pagano con el Cristianismo 

“El sol se ha alejado del hemisferio y la tierra se prepara para trabajar interiormente". Los frutos de la cosecha anterior ya han sido recogidos.


Los pueblos de todos los lugares del planeta celebraban el Solsticio de Invierno. De allí que las fiestas solsticiales se acompañan de Fuego. 




Hay más frío y más escasez de todo. El sol es la fuente de vida y de calor.”Es el momento para seleccionar los mejores frutos, obtener sus semillas y volver a sembrar. Hay frutos que se pasmaron, se pudrieron o no se desarrollaron bien. Estos se eliminan y se guardan los mejores.

Para combatir el frío no hay nada mejor que un buen fuego, verdadero protagonista del evento: Una buena taza de chocolate, rebanadas de pan con aceite y ajo “los tostones” y, sobre todo, los buñuelos de viento, el producto morisco por excelencia, harán las delicias de mis vecinos y mis visitantes que, reunidos junto a una enorme fogata, compartirán los momentos finales de una Fiesta que debe ser entendida como una experiencia única e irrepetible presidida por un espíritu de fraternidad y sincera amistad entre todos. 
     

Esto se va transformando en una celebración y una ceremonia. El fuego es la representación del Sol, momentáneamente alejado. Es también el elemento transformador de todo: lo que era sólido lo transforma en líquido, lo líquido en vapor, lo denso se transforma en algo sutil.

En mi pueblo me celebran el día 12 de diciembre de cada año.


Desde principios del siglo XVIII el colectivo formado por los Molineros de Aceite llevaba en procesión sus capachos de esparto ardiendo, en un sencillo acto de acción de gracias por la cosecha a la Divina Pastora.

Con el Cristianismo, se asimilan estas fiestas Solsticiales a sus propios ritos y símbolos; adopta una serie de elementos ya de por sí muy antiguos, institucionalizando mediante el uso de imágenes y advocaciones diversas algo tan natural y primitivo como es el deseo del Hombre de estar en armonía con la madre Naturaleza, en la que vive y de la que depende.

 La luz producida por los portadores de los capachos ilumina un trayecto que discurre a través de calles estrechas y empinadas, herencia de lo que fue la ciudad islámica. La mezcla de elementos tan diversos como el fuego, el humo de la combustión, el olor a aceite y el sonido de instrumentos tan peculiares como las castañuelas moriscas contribuye a crear una atmósfera irreal en la que las llamas proyectan sombras fantasmagóricas sobre las fachadas de los edificios que jalonan el recorrido de esta singular procesión.

Mi fiesta que se prolongan hasta el amanecer está justificada e incluso es necesaria porque se cree que existe un lazo misterioso que liga la vida de los hombres a los movimientos celestes en los puntos críticos del año, durante los solsticios.

Antes se organizaba un certamen y se premiaba con Arrobas de aceite a los cuatro Rondeleros que más tiempo hubiesen aguantado con su primer rondel encendido.

SOY LA FIESTA DE LOS RONDELES DE LA VILLA DE CASARABONELA
COMARCA SIERRA DE LAS NIEVES (MÁLAGA)

Mas información:
Fiestas de Los Rondeles


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